¿EDUCACIÓN DIFERENCIADA POR SEXOS O EDUCACIÓN MIXTA?
Creemos que educar de manera diferente a chicos y chicas fomenta la desigualdad entre hombres y mujeres. Estos centros que defienden e imparten una educación diferenciada están, según nuestra opinión, “anticuados”.
Estamos en una sociedad en la que, como bien dice la Ley, uno de los fines de la actividad educativa es “La formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales, de la igualdad entre hombres y mujeres y en el ejercicio de la tolerancia y de la libertad dentro de los principios democráticos de convivencia”. El artículo sexto de la Ley Orgánica 8/1985, de 3 de julio, Reguladora del Derecho a la Educación dice “Todos los alumnos tienen los mismos derechos y deberes, sin más distinciones que las derivadas de su edad y del nivel que estén cursando”. También dice que uno de los derechos básicos que se reconoce a los alumnos es “recibir una formación integral que contribuya al pleno desarrollo de su personalidad”.
Uno de los objetivos de la sociedad actual es lograr la equidad entre hombres y mujeres y eliminar todo tipo de estereotipos y prejuicios. Esto todavía no se ha conseguido. Una de las causas de que todavía falte mucho para conseguir tal objetivo es la existencia de centros educativos que separan la educación por sexos, que lógicamente existen porque sigue habiendo padres y madres que creen y defienden este tipo de escolarización y deciden matricular a sus hijos en centros como este.
Hay muchas teorías que defienden la educación diferenciada por sexos diciendo que en estos centros se consiguen mejores resultados académicos. Poniéndonos en el caso de que esto fuera cierto, si uno de los derechos básicos para los alumnos es la educación integral que contribuya al pleno desarrollo de su personalidad, ¿por qué, estos estudios, sólo se centran en los resultados académicos?, ¿no es importante también, si queremos una educación integral, centrarnos, no solo en la adquisición de conocimientos, sino también en la educación del cuerpo, la mente, el espíritu (alma) y la situación social (relaciones humanas) de los individuos?
Creemos que hay muchos mitos en cuanto a que la educación separada por sexos de mejores resultados. Para nosotras, las diferencias en cuanto a maduración personal y aprendizaje son propias de cada persona independientemente de que sean chicos o chicas, o sea, que no existe ninguna razón para llevar a cabo una educación separada por sexos.
Nos parece imprescindible que los chicos y chicas se eduquen juntos ya que en sus vidas van a tener que convivir y relacionarse.
La coeducación nos parece una herramienta eficaz para combatir el sexismo y permitir que las personas, desde que están en la escuela, puedan elegir quiénes quieren ser, al margen de los condicionantes sociales. Coeducar significa, precisamente, educar en común y en igualdad, al margen del sexo de las personas. Significa detectar todos los estereotipos asociados a lo masculino y lo femenino, ser conscientes de ellos, reflexionarlos y poner en marcha las medidas necesarias para eliminarlos de nuestro lenguaje y de nuestro comportamiento, potenciando aquellos aspectos que quedan anulados por el hecho de asumir los roles de género: la afectividad en los varones o el desarrollo profesional en las mujeres.
A continuación, adjuntamos el enlace de una crítica a la educación diferenciada:
En España hay más de 150 colegios diferenciados. En Asturias conocemos dos centros de este tipo que son los siguientes:
- Los Robles (Pruvia-Llanera)
- Peñamayor (Siero-Asturias)
Ambos centros están vinculados al Opus Dei bajo la marca de Fomento de Centros de Enseñanza. La inmensa mayoría de los centros diferenciados por sexos se basan en los principios de la doctrina católica.
Según nuestra opinión creemos que la existencia de este tipo de centros está en contraposición con la Ley.
Actualmente hay bastante polémica respecto a si se deben dar subvenciones a este tipo de centros o no. A continuación adjuntamos varias noticias de diferentes periódicos relacionadas con este tema:
